El necesario Kyrgios

Darth Vader, Hannibal Lecter o Paco Marhuenda. John Doe, el Capitán Vidal o Varoufakis. Da igual dónde o cómo, pero no cuándo. El cuándo es siempre. Siempre son necesarios los villanos. La cara opuesta a la falsa humildad de aquellos que se creen que su personal brand se verá recompensada por sonreír más ante las cámaras. Necesitamos a alguien con quien contraponer los ideales de perfección y limpieza.

En el deporte pasa lo mismo. Y es que Nick Kyrgios es el ejemplo perfecto. Su última hazaña es decir en pleno partido a su rival, el suizo Stan Wawrinka, que otro tenista se había tirado a su novia (véase Kokkinakis banged your girlfriend). No es más que otro gesto que agranda su leyenda como supervillano del tenis mundial. El tal Kokkinakis es una joven promesa del tenis australiano, así que veo poco probable que dijera ese nombre al azar. Las reflexiones os las dejo a vosotros. Pues no tardó el suizo en contestarle por las redes sociales, siempre muy cordial y elegante. Bah, era su oportunidad de vendetta y la desperdicia así.

¿Ese comportamiento es bueno para él? ¿Y para la competición? ¿Para sus rivales? Joder, no veo quién coño pierde con todo ésto. Él tiene a Nike como sponsor y ha pasado de ser una promesa con potencial a ser un deportista mediático. La competición necesitaba aliciente, ya está bien de saluditos amables al acabar cada partido. Humaniza el tenis, porque a todos nos gusta algo de bronca de vez en cuando. Y para sus rivales no hay nada mejor que una dosis de motivación extra para celebrar los puntos en su cara y ganar al más controvertido jugador del circuito. Pues eso, te deseamos muchos más años en la élite, Nick.

vía @TennisAustralia
Kyrgios, junto a Kokkinakis vía @TennisAustralia

Ésto, lejos de ser una oda al gran tenista que es el australiano aunque en primera instancia te jugarías la mano derecha a que es griego —, es una breve reflexión sobre la necesidad de la existencia de personajes peculiares como él en cualquier ámbito. Pero hay más. En el prestigioso torneo sobre hierba de Wimbledon ya se negó a devolverle los saques a Federer. Y claro, la pulcritud británica ‘obligó’ al torneo a multar al jugador con más de dos cientos mil euros de multa, dejando de lado lo necesario que el pobre y enternecedor Nick es para todos nosotros. Ahora resulta que en el tenis, un deporte señor por decreto, no se necesita el morbo. No se necesita el Nadal de turno protestando al miope de Bernardes. No se engañen. En el golf Tiger Woods, en el futbol Mourinho y en el baloncesto Lebron. Siempre coincide que son los más grandes en lo suyo. Quizás algún día el bueno de Kyrgios pueda llegar a serlo.

Gracias por ser como eres, Nick.

Deja un comentario